"No, negativo,
noviembre, para nada" (10 h)
Cuando el equipo de
Cabanyal Intim, y en su nombre Jacobo Pallarés me contactaron para comentarme
que tenían la intención de agregar a su festival de artes escénicas un espacio
para el performance art, me puse muy cachondo, por que todo lo que sea acercar
mundos, romper fronteras, mestizar… me infunde motivación y ganas de vivir,
aunque los cambios me incomoden…Cabanyal Intim reconozco, que dio ese
paso valiente, al invitar a un grupo de artistas de acción entre ellos un
servidor de ustedes, para experimentar dentro del entorno escénico, bajo
el lema "Territori Performance”, y así acercarse vertiginosamente hacia un
contexto mas familiar en las artes visuales que en las escénicas, o ¿es al
revés?. No obstante, me alegró mucho, por que como digo, uno de los objetivos
(¿obsesión?) que me oprimen, es el de poder vivir la performance fuera del
“mundo de la performance”. Esto requiere un gran esfuerzo extra por parte del
creador, organizador, crítico y publico, ya que deberán desplazar el
ego/costumbres/formatos establecidos a un segundo plano y pensar en el objetivo
de encuentro a través del medio en cualquier entorno ajeno al usual, tal vez,
como la poesía hizo mucho antes dentro de la literatura.Existen dos razones
fundamentales que me animan a liberarme de esta obsesión: primera, ¿quien de
los artistas de la performance, cuando por ejemplo, alguien que acaba de
conocer le ha preguntado por sus actividades profesionales, ha sabido definir
tal actividad sin parecer un niño perdido o un alejado mental? ¿es la
dificultad de ubicarnos en contextos establecidos la que provoca la exclusión y
limita desarrollos novedosos? ¿no estamos destinados a pertenecer, a vivir en
grupos heterodoxos buscando formulas de convivencia? Bien, pues ese
desconocimiento social de una manera aún tan joven pero tan, a
mi parecer, limitada y aislada del público por múltiples razones que no voy a
descifrar ahora, me parece que ha creado un imaginario colectivo del que se
deduce que alguien que hace performance es prácticamente un Drácula o un Jack
el destripador. Esa primera razón es, como digo y según mi
opinión, acabar con ese desconocimiento social sobre nuestras
actividades para poder trascender y producir el deseo que genera confianza en
las artes para el interés general usando el esfuerzo y el sentido común desde
el desarrollo crítico objetivo.
La segunda razón es sin
lugar a dudas la primordial, contar una historia personal en el tiempo y contexto
actual, teniendo en cuenta el entorno
social-económico-político-religioso, y sin perder de vista el devenir global
del mundo y del arte, creo firmemente que sin tener en cuenta estos factores al
proyectar una idea solo se generará temor, miedo y desconocimiento hacia el
público.De esta manera se forma el proyecto titulado bajo el
lema “No, negativo, noviembre, para nada” el antagónico
militar del “afirmativo, si, sierra, siempre” (del argot usado en el
ejercito para asegurar sin genero de dudas una orden), obsérvese que en la
fotografía de este post aparece un ego bunker, construido con
ladrillos industriales (cerámicos), donde en su interior me encuentro durante 5
horas, solo aparece fuera de la estructura un brazo ofrecido, que es tomado en
este caso, por una asistente del publico del que se apropia, estimula y
manipula a su antojo, caricias, besos, mordiscos en el brazo y mano, mano que
es dirigida por la participante a todas las partes intimas de su cuerpo, la
emoción amenaza el desmoronamiento de una estructura que se tambalea y amenaza
con provocar daños físicos, la estructura no lleva pastas fijadoras y esta
suelta, esta acción, parece que no se sabe o no desea ser finalizada, todo esto
ocurre, dentro de una sala vacía con un publico que observa y deambula con
simultáneas performances en otros espacios del viejo edificio. En el Ego búnker
el desconocimiento personal del entre artista y participantes del publico es
absoluto. Aparte del brazo el resto del cuerpo esta ausente, enclaustrado, y limitado,
la imposibilidad y los deseos protagonizan el encuentro…es pues el
público el que determinará el sentido total de la pieza, si es que
lo tuviese.
fotografía Lorean