"Bienvenidos a Europa, a nuestro futuro" Acción improvisada y fuera de programación.



Como coordinador de performance del festival Intramurs y debido a mi convicción de que éticamente  cuando una gestiona, no debe autoprogramarse en el mismo festival (por multiples razones). Parece una contradicción pues, verme en plena acción dentro de Intramurs 2015 como bien reflejan las fotos expuestas, pero no nos engañemos por la evidencia, ya que tan solo es fruto del estar allá donde realmente debes estar... de ese misterio. Me explicaré para que el lector se sitúe en la situación de la manera mas objetiva posible. 
A Ros Kraus y a mi, desde el restaurante los tres cerditos (el ahora desaparecido 3C del barrio del carmen) nos ofrecieron amablemente echar un vistazo en un cercano bajo de su propiedad, que estaba lleno de materiales (una escombrera), los cuales podriamos reciclar para su uso en el festival a modo de donación, así que nos pusimos en marcha y fuimos a ver que podíamos hallar allí, para mi sorpresa, encontré una vieja tartana entre montañas de ladrillos y maderos de viejas puertas olvidadas, ¿una tartana?, me enamoré al instante y apasionadamente, sin demora, nos dispusimos a sacarla estoicamente, después de comprobar que funcionaba sorprendentemente bien. Una vez conseguimos sacarla, no sin antes habernos dejado pequeñas partes de nuestros cuerpos en esquinas y cantos de hierro oxidados entre escombros y estrechas puertas donde no pasaba nadie ni nada, en la calle todo se convirtió en evento y alegría, no sabíamos muy bien donde ir ni que hacer con la vieja tartana, tan solo me daba la sensación de que saldríamos disparados como en un cohete hacia el firmamento, nos dirigimos a aparcarla momentáneamente en el Solar Corona, donde a día de hoy se puede visitar. 
Intramurs estaba en marcha y preparábamos los eventos del día con la locura que supongo entenderéis que eso conlleva. Todo comienza cuando por una carencia de logística, buscábamos desesperadamente un medio de transporte para desplazar de la calle murillo al Solar Ideo (400 metros), todo el volumen de la obra que Fausto Grossi que iba a realizar in situ, obra culinaria con dos fogones de gas, sus dos botellas llenas, dos termitas y demás bártulos, comida y utensilios varios con el propósito de alimentar a unas 200 personas, o a todo aquel que gustase. La obra tenía el objetivo de formar grandes colas de gente esperando por un plato de comida: "Bienvenido a Europa" rezaba el título de la obra de Fausto, la pieza de Grossi,  absorbió a la tartana y a mí en una ósmosis dada de manera natural y sencilla. Debo añadir que Grossi_Churruca-Llavata, periodicamente colaboran conjuntamente en diferentes  proyectos creativos. Pues bien, volviendo al génesis, ya habréis imaginado el devenir de los acontecimientos: saqué el carro del Solar Corona, fui a cargar a la calle Murillo y volví al espacio Ideo e hice yo mismo de animal de carga tirando de la tartana con toda la obra de Grossi, con el fin de solucionar o asumir una situación dada (dadá) en la que yo directamente era responsable y que satisfactoriamente, poco a poco, fue dando lugar la transformación de lo que era un encuentro fortuito con un viejo carro de mulas abandonado, en una obra de arte. 
Las lecturas resultantes del suceso aquí descrito, son múltiples, diversas y los resultados exquisitos. A la idea del proyecto de Grossi: "Bienvenidos a Europa" solo tuve que añadirle: "this is the future". Después de haber solucionado muy satisfactoriamente una realidad logística de una manera tan onírica, y ante la apasionada demanda del numeroso público: niños, mamas, turistas...la tartana se convirtió en turist-taxi de otros tiempos en el que yo, el burro, gritaba por las calles del centro histórico el nuevo lema: "Wellcome to Europe, this is the future", ante la atónita mirada de viandantes y turistas en su café de terracita y a todo el mundo que por ahí andaba en esa espléndida mañana soleada de otoño en Valencia. Y... si!, a las horas, caí rendido y exhausto y sin un gramo de vida para continuar, pero insisto y me repito, todo esto tan solo sucedió como un regalo o tal vez una maldición de los Dioses.., o eso me creo yo!



Fotografía (photography) Eva Mañez